LIBRO [Crítica]: Romeo y Julieta.

Título: Romeo y Julieta. 

Título real: The most excellent and lamentable tragedie of Romeo and Juliet.

Autor: William Shakespeare.

Editorial: Bambú.

Páginas: 157. 

Traducción: Concha Cardeñoso.

Sinopsis: Romeo y Julieta es la historia de un amor que nace imposible y, signado por una serie de malentendidos, acaba con la muerte de los amantes. También es el arquetipo de la tragedia amorosa. Porque los dos adolescentes de Verona, que reavivan el odio entre las familias Montesco y Capuleto y subvierten el orden de la ciudad de Mantua, corporizan la pasión por excelencia; aquella que desatiende consejos y órdenes públicos y quiere moldear el mundo a la medida de sus deseos. 

OPINIÓN PERSONAL:

Voy a destacar que es la segunda vez que leo una obra de teatro, y mi profesor no se equivocaba cuando decidió que debíamos leer Romeo y Julieta. He de admitir que me encantan las novelas románticas, y esta obra encamina la lista, sin embargo, no me hubiera importado que la historia se hubiera alargado más.

Se podría decir que es una historia a la que te enganchas enseguida, y que se hace muy amena leerla, pues Shakespeare sabe cómo sacarle la gracia a las conversaciones entre personajes. Así mismo, me parece un poco irónico cómo los protagonistas con una simple mirada se enamoran perdidamente el uno del otro. Es algo tan simple como decir que se enamoran de la estética pero, ¿realmente te atreves a convivir con una persona a la que ni por un segundo te has parado a pensar que dirá su belleza interior? Demasiado precipitado como para ser real, pero aún así la novela tiene esa chispa la cuál te planteas si de verdad merece la pena ser una Julieta.

Admiro muchísimo ese afán de conseguir lo que realmente quieren, en este caso, la lucha por su libertad, por vivir un amor que queda atrapado entre dos cuerpos. Esa es la imagen de la historia que realmente importa, o al menos, así lo veo yo. Considero que hoy en día ya no se vive ese amor tan intenso, esas historias tan románticas que separan la realidad de lo ficticio. No vivimos pensando si encontraremos al melancólico y enamorado Romeo, porque sabemos que no está a nuestro alcance, que la única manera en la que podemos revivir esos sentimientos es mediante la tinta que cubren las páginas, por lo que tan solo nos limitamos a imaginar y recrear. Tenemos la sensación de estar tan cerca de algo, y al mismo tiempo, tan lejos, de tener a la puerta de la esquina una historia de amor tan buena como la de los libros, y a la vez tan lejos la esperanza de que algún día llegue a ser como la de Romeo y Julieta.

Simplemente creo que ese amor que sienten entre ambos no puede existir, pero ya no es por el mero hecho de que no exista ese sentimiento que ellos han experimentado a corto plazo, sino porque la sociedad y la humanidad no se le atribuyen esos rasgos que Romeo y Julieta sí que poseían. Las personas no necesitamos el amor que ellos tenían, creo que tan solo basta con que nos sepamos respetar, y que exista la reciprocidad, entre otros tantos valores.

Los demás piensan que quizás se han comprometido demasiado, pero, ¿qué pensarían los personajes de esa época si realmente existieran en la actualidad? Una sociedad echa pedazos, en cuánto a todo, en este caso “el amor”, sí. ¿Qué pensaría Romeo sobre los encuentros de una noche? Y, ¿qué pensaría Julieta sobre la poca importancia que se le pone al amor hoy en día? Nosotros hablamos sabiondos como si morir por amor fuese la peor decisión tomada, pero es aún peor hacer creer a una persona algo que verdaderamente no sientes. Entonces, ¿deberíamos estar fascinados ante la forma en la que ellos quisieron desperdiciar la vida? O, ¿ante nuestro comportamiento frente a las situaciones amorosas? Pues, lo siento mucho, pero yo preferiría morir por amor, antes que “morir” entre flechazo y flechazo.

Si hubiera sabido que esta novela me iba a hacer reflexionar y gustar tanto, no me hubiera pensado dos veces si debía leerla o no. Existen autores y autores, pero nadie como Shakespeare; es capaz de transmitirte un sinfín de sentimientos y provocarte escalofríos con algo tan simple como una pluma. Es como vivir dentro de la propia historia, siendo un personaje más, ¿Capuleto o Montesco?

También es cierto que tiene un vocabulario bastante amplio y que al pertenecer a una época tan diferente a la nuestra, ciertas expresiones se hacen complicadas de entender, pero una vez que lo empiezas, acabas acostumbrándote. Lo único que he echado en falta han sido las descripciones físicas y de los escenarios, pues hacía que no acabase de situar la manera en la que sucedían los hechos.