- Lo único que necesito es desaparecer del tablero. Estoy cansada de jugar a un juego que no me gusta, siendo nada más que un miserable peón que es manejado por las demás fichas. Podría ser algo más, podría ser el caballo, podría ser la torre, pero, sin embargo, no evoluciono. Y no pongo en duda que debería hacerlo, que es hora de ser yo misma. Podría convertirme por fin en el rey del juego y terminar la partida con un jaque mate.
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